Disfrutamos de la compañía de nuestros pequeños felinos en nuestra propia casa. Todos viven con nosotros, todo el año y campan a sus anchas por doquier. Únicamente tenemos delimitadas las zonas peligrosas, como algunas ventanas o los accesos a la calle. Asimismo hay zonas aisladas donde las mamis pasan los días más críticos con los pequeños o donde las hembras que no están preparadas para criar pasan sus celos.
También disfrutan de una zona de jardín donde cazan y juegan; césped para correr, agua para experimentar, árboles en los que escalar y tierra donde excavar para buscar fresquito en verano.
¡Aquí abajo podéis ver de qué hablamos!